La accióm comienza cuando Zin, ex novia de un jefe de la mafia de Tailandia, se enamora de Masashi, un gángster japonés en el país tailandés con mucha influencia y poder. Al enterarse el jefe les destierra: a Masashi lo mandará a Japón, y a Zin, con su pequeña hija Zen, a vivir al lado de una escuela de artes marciales.

Zen desarrollará el autismo y tiene actitudes y complexión que son innatas además de unos reflejos rápidos asi que, la niña observa a los estudiantes  de las películas de Muay Thai, de Kung Fu, de Kárate... Absorbiendo cada técnica tanto de la escuela como de las películas, llegando a desarrollar unas grandes habilidades en Artes Marciales por iniciativa propia y observación.

Cuando ya es adolescente, su madre, necesita quimioterapia y para pagar el tratamiento tomará una drástica decisión, que le llevará a enfrentarse a 1001 situaciones adversas en donde deberá hacer uso de sus habilidades marciales.

Debido al éxito de Ong Bak  en 2003, crecieron el número de películas de acción tailandesas que llegaban a EEUU y Europa y tras el éxito de Kickboxer de Jean Claude Van Damme en 1990, se volvía a poner en boga el Muay Thai y de la mano del el mismo director que lanzó al estrellato al gran Tony Jaa, nació Chocolate.

los primeros 30 minutos  director aprovecha para ahondar en los problemas mentales de la niña  y la enfermedad de su madre y esto puede hacer que esta primera parte resulte un pelín tediosa y después nos encontramos con una segunda parte donde por fin se desencadena una espiral de acción donde Jeeja Yanin, nos deleita con un festival de golpes y acrobacias a una velocidad endiablada.

Se nota  que la base de Jeeja es el Taekowondo y esto junto a los 4 años que estuvo entrenando Muay Thai y preparando las coreografías , hace que nos encontremos ante una luchadora espectacular.

Podremos disfrutar de varias escenas muy originales como  un combate en un espacio reducidísimo y algún personaje con un estilo de lucha muy peculiar.

Las Coreografías son interminables y los planos enteros con muy pocos cortes donde podemos disfrutar y apreciar los movimientos

Las escenas de acción han sido rodadas sin dobles ni efectos especiales y el mérito de todo esto es gracias a Panna Rittikrai, una verdadera leyenda del cine de artes marciales.

Al ver esta película sabes que verás todo un espectáculo  pero para ello es necesario antes  estar dispuesto a sufrir 30 min de drama social asiático con un guion bastante pobre...Pero si no, NO SERÍA UNA PELÍCULA, SERÍA UN CORTOMETRAJE.